lunes, 15 de septiembre de 2008

LOS PELIGROS DE PRÂCTICAS QUE ATENTAN CONTRA LA SALUD







Hepatitis, Sida, infecciones, parálisis o graves consecuencias que pueden terminar en una cirugía se convierten en el precio que se tiene que pagar a veces por “estar a la moda” y llevar tatuajes o piercings en los lugares más osados del cuerpo.Como una manera de ser originales o identificarse con un grupo determinado, los adolescentes cada vez más eligen realizarse piercings o tatuajes, prácticas que se convierten en un verdadero peligro ya que la mayoría de las veces no se realizan por personas capacitadas o en lugares asépticos.El doctor Edgardo Canalis, especialista en Medicina Legal y en Criminología brindó una charla en el colegio San Martín para advertir y concientizar a los adolescentes sobre estas prácticas cada vez más en auge y sobre las cuales no existe legislación ni controles adecuados por parte del Estado.
“Son muchos los peligros a los que se enfrentan los adolescentes haciéndose este tipo de prácticas ya sea tatuajes o piercing. Más que beneficios tienen peligros de contraer enfermedades precisamente porque no se utilizan los elementos adecuados para realizar estas prácticas”, advirtió.Y agregó que “en realidad son prácticas médicas, sobre todo el piercing, se trata de una pequeña cirugía”.El médico afirmó que “la persona que coloca un piercing tiene que estar preparada, conocer anatomía, saber cómo es la vascularización en distintas partes del cuerpo. Muchos van a colocar un piercing en la lengua, en un párpado, en la boca, en el ombligo o en los genitales y no saben de anatomía”.“No saben si por esa zona pasa una arteria que le puede causar una hemorragia, o pasa un nervio y le puede provocar una parálisis o aparesia, pasa el conducto lagrimal, o es una zona muy húmeda, contaminada donde puede haber una infección”, aseguró.Canalis aseguró que “los peligros que puede tener el arrancamiento de un piercing también son graves, el piercing en la lengua se lo pueden tragar o aspirar y pueden terminar internados en terapia o en una cirugía para extraerlo de los intestinos. Un piercing en los labios puede romper los dientes, en la oreja donde no hay vascularización pueden provocarse infecciones difíciles de controlar”.“Quien lo coloca –dijo- desconoce también las técnicas de asepsia y antisepsia. Cómo lavarse las manos o colocarse un guante. A veces se colocan los guantes pero no lo hacen correctamente y es lo mismo que si no lo tuvieran. La persona coloca el piercing con el guante y agarra frascos, agujas y está todo contaminado”.Agregó que “los mismos frascos de pintura cuando hacen un tatuaje pueden estar contaminados, tener pintura vieja, sacan pintura con una aguja y vuelven a introducirla y eso ya está contaminado porque lo usaron con cincuenta personas”.

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