lunes, 15 de septiembre de 2008

UNA MARCA PARA TODA LA VIDA


Advirtió que “el tatuaje por ejemplo no se puede sacar nunca más. Hay algunas formas de eliminarlo con lo que se llama cover up, que es tapar un tatuaje con otro, pero siempre va a haber un tatuaje que va a ser más grande que el que estaba antes”.“El láser elimina algunos tipos de tatuaje pero es una práctica médica muy costosa y nunca termina de eliminarlo por completo, siempre quedará una marca donde estaba. Una sesión de laser cuesta 400 o 500 pesos y para sacar el tatuaje se necesitan al menos diez sesiones para eliminarlo parcialmente”, dijo.Agregó que “también hay otro problema, los tatuados son rechazados en las instituciones oficiales, en el bando no quieren personas tatuadas, tampoco en la policía, prácticamente en ningún lado. Es muy difícil pasar el exámen físico y psíquico porque terminan rechazando a esas personas”.“Tampoco un tatuado o gente que se ha hecho un piercing puede dar sangre ni donar órganos, por lo menos por un año. Esto es por los virus que pueden contagiar como la hepatitis B o C, también el Sida que tiene un período que se llama de ‘ventana’ en el que no se puede dar sangre porque no se detecta en los análisis pero la persona puede contagiar”, aseguró el doctor.Por otra parte aconsejó que “nunca se hagan estas prácticas en verano, porque se transpira mucho y la transpiración arrastra los gérmenes que hay en la piel que llegan a la herida y se infecta”.Y aseguró que “tienen la posibilidad de hacerse los pseudotatuajes, que son calcomanías, tatuajes de henna que se hacen con una pintura que dura una semana, o los solares que son planchas que se colocan en la piel cuando se toma sol y esa zona queda decolorida con una forma de tatuaje. Esas son posibilidades para evitar el tatuaje verdadero

ENFERMEDADES Y SERIAS CONSECUENCIAS



En cuanto a las enfermedades que se pueden transmitir a través de estas prácticas, Canalis informó que “existe el riesgo de contagiarse hepatitis, Sida y no solamente las enfermedades comunes. Muchos creen que un piercing se sana en un día pero la herida puede tardar meses en cicatrizar y se infectan y muchos terminan en la guardia del Hospital”.“Hubo casos de jóvenes que se tragaron un piercing en la lengua, eso es muy peligroso, va corriendo por el intestino y si lo elimina por materia fecal no hay problema, pero si se clava en el intestino hay que operar y ni que hablar si se va hacia los pulmones, las consecuencias son terribles”, comentó.Canalis aseguró que “los chicos no saben nada de esto, les preguntamos porqué se hacen un tatuaje y ellos dicen que está de moda o porque ‘el cuerpo es mío’. Puede estar de moda, pero siempre les digo que se fijen dónde se lo van a hacer”.“Los médicos no estamos de acuerdo con esa práctica por la forma en que se la realiza. A los jóvenes no les digo en la charla que no se lo hagan pero le doy todas las pautas y si después de todo esto todavía quieren hacerlo ya sea un piercing o un tatuaje, fíjense dónde y quién lo van a hacer”, aseguró.

LOS PELIGROS DE PRÂCTICAS QUE ATENTAN CONTRA LA SALUD







Hepatitis, Sida, infecciones, parálisis o graves consecuencias que pueden terminar en una cirugía se convierten en el precio que se tiene que pagar a veces por “estar a la moda” y llevar tatuajes o piercings en los lugares más osados del cuerpo.Como una manera de ser originales o identificarse con un grupo determinado, los adolescentes cada vez más eligen realizarse piercings o tatuajes, prácticas que se convierten en un verdadero peligro ya que la mayoría de las veces no se realizan por personas capacitadas o en lugares asépticos.El doctor Edgardo Canalis, especialista en Medicina Legal y en Criminología brindó una charla en el colegio San Martín para advertir y concientizar a los adolescentes sobre estas prácticas cada vez más en auge y sobre las cuales no existe legislación ni controles adecuados por parte del Estado.
“Son muchos los peligros a los que se enfrentan los adolescentes haciéndose este tipo de prácticas ya sea tatuajes o piercing. Más que beneficios tienen peligros de contraer enfermedades precisamente porque no se utilizan los elementos adecuados para realizar estas prácticas”, advirtió.Y agregó que “en realidad son prácticas médicas, sobre todo el piercing, se trata de una pequeña cirugía”.El médico afirmó que “la persona que coloca un piercing tiene que estar preparada, conocer anatomía, saber cómo es la vascularización en distintas partes del cuerpo. Muchos van a colocar un piercing en la lengua, en un párpado, en la boca, en el ombligo o en los genitales y no saben de anatomía”.“No saben si por esa zona pasa una arteria que le puede causar una hemorragia, o pasa un nervio y le puede provocar una parálisis o aparesia, pasa el conducto lagrimal, o es una zona muy húmeda, contaminada donde puede haber una infección”, aseguró.Canalis aseguró que “los peligros que puede tener el arrancamiento de un piercing también son graves, el piercing en la lengua se lo pueden tragar o aspirar y pueden terminar internados en terapia o en una cirugía para extraerlo de los intestinos. Un piercing en los labios puede romper los dientes, en la oreja donde no hay vascularización pueden provocarse infecciones difíciles de controlar”.“Quien lo coloca –dijo- desconoce también las técnicas de asepsia y antisepsia. Cómo lavarse las manos o colocarse un guante. A veces se colocan los guantes pero no lo hacen correctamente y es lo mismo que si no lo tuvieran. La persona coloca el piercing con el guante y agarra frascos, agujas y está todo contaminado”.Agregó que “los mismos frascos de pintura cuando hacen un tatuaje pueden estar contaminados, tener pintura vieja, sacan pintura con una aguja y vuelven a introducirla y eso ya está contaminado porque lo usaron con cincuenta personas”.

¿EN QUE CONSISTEN?




Un tatuaje es una pigmentación artificial en la piel. Esto significa que con agujas muy finas se hace un dibujo dentro de la piel para que permanezca de forma duradera.
Un piercing o perforación consiste en la colocación de un pendiente o argolla en algún saliente de la piel.
Se pueden hacer en cualquier parte del cuerpo, pero en algunas zonas es menos aconsejable que en otras por sus consecuencias, como las cicatrices más evidentes o la posibilidad de infecciones.

lunes, 1 de septiembre de 2008

CONOZCAMOS LOS RIESGOS Y CUIDADOS


No creas que hacerte un piercing o un tatuaje es totalmente inofensivo. Existen ciertos riesgos y consecuencias que como responsables de vuestros propios actos debéis conocer y analizar muy bien antes de dar el paso. En estos casos es prudente evitar prisas o improvisar.
Lo primero que debéis pensar muy bien es que un tatuaje dura toda la vida, no hay marcha atrás, por lo cual debéis aseguraros de que realmente lo queréis para siempre. ¡No os podríais arrepentir!
Antes de hacerlo podéis consultar a un especialista para resolver todas vuestras dudas. Y una vez que lo hayáis hecho debéis averiguar los cuidados posteriores para evitar infecciones.
Como consumidores debéis buscar seguridad y calidad, no exclusivamente el precio más barato (aunque un precio mayor no implica más seguridad). Esto significa que se deben dar condiciones indispensables sanitarias y de higiene: un lugar apropiado, con sala de espera separada de la sala donde realizan la práctica; un equipo de esterilización, que utilicen material desechable (agujas, guantes, contenedores, tintas que no han sido utilizadas por otras personas, etc.). No pueden hacerse en puestos ambulantes.
Tanto el material que se utiliza para el piercing como los colorantes de los tatuajes pueden producir reacciones alérgicas e incluso puede ocurrir que el cuerpo “rechace” estos elementos extraños.
Si no se respetan las condiciones de seguridad e higiene hay riesgo de transmisión de virus o bacterias e infecciones del tipo hepatitis C o VIH/SIDA.
Los piercings pueden ocasionar lesiones en los tejidos o pérdida de sensibilidad en la zona en que se apliquen, por ejemplo perder el sentido del gusto por un pendiente en la lengua.

Si has evaluado los riesgos y aún así decides hacerlo, piensa en el mensaje o símbolo que vas a elegir.
Algunos son obscenos, ofensivos o incluso racistas y discriminatorios, claramente contrarios a los derechos humanos. No sólo te pueden causar problemas en tu entorno, sino que lesionan el derecho de otras personas.
La libertad de expresión es tu derecho pero siempre debe desarrollarse en un marco de tolerancia y respeto a los demás.

HISTORIA DE PIERCING Y TATUAJES

Sobre los labios, en la lengua, la nariz o las cejas; en los brazos o en las piernas, en el ombligo, en la espalda, hasta se pueden encontrar en los sitios más impensables del cuerpo. Los tatuajes y piercings ya abundan alrededor nuestro. Este tipo de “adornos corporales” cada vez son más populares.

Un poco de historia… ¡Y de magia!¿De dónde sale esto de “embellecer” nuestros cuerpos de forma permanente? Si miramos a través de la historia del hombre, en muchas de las culturas primitivas ya podemos observar cómo se coloreaban la piel o insertaban objetos extraños en su cuerpo, con frecuencia por motivos religiosos o místicos.
En algunos casos, la colocación de pendientes respondía a un rito que indicaba el paso de la infancia a la juventud. Los tatuajes generalmente consistían en rayas, números o figuras geométricas.
La historia de los tatuajes y las perforaciones corporales es muy remota. En la antigüedad, este tipo de prácticas también tenía un fundamento práctico importante como era la protección del cuerpo de las inclemencias del tiempo. También era frecuente cuando estaban en guerra pintarse las caras para provocar temor en el enemigo.
Así, los tatuajes han sido una costumbre muy difundida entre los pueblos o culturas ancestrales. Además, servían para dejar grabado en la piel algún momento que querían recordar para siempre.
En cuanto a las perforaciones en el cuerpo, hay que destacar su gran utilización por grupos indígenas de Asia, América y África que también tiene orígenes históricos.¿En qué consisten?
Un tatuaje es una pigmentación artificial en la piel. Esto significa que con agujas muy finas se hace un dibujo dentro de la piel para que permanezca de forma duradera.
Un piercing o perforación consiste en la colocación de un pendiente o argolla en algún saliente de la piel.
Se pueden hacer en cualquier parte del cuerpo, pero en algunas zonas es menos aconsejable que en otras por sus consecuencias, como las cicatrices más evidentes o la posibilidad de infecciones.

Pero… ¿Por qué lo hacemos?Hubo una época en que identificábamos a las personas que llevaban este tipo de adornos en su cuerpo como pertenecientes a grupos marginales, o miembros de determinadas bandas de delincuentes.
Pero los tiempos cambian y actualmente utilizamos el piercing y el tatuaje como modo de diferenciación, un símbolo de identidad o pertenencia a un grupo; o simplemente como un adorno más.
Según la mayoría, ponernos un piercing o hacernos un tatuaje en el cuerpo nos permite establecer una comunicación más directa con nuestro entorno.
Es importante tomar una decisión consciente, inteligente y responsable, evaluando todas las ventajas y desventajas a la hora de hacerlo y sin olvidar las posibles consecuencias.
¿Verdaderamente queremos hacerlo? ¿Estamos seguros de que es una decisión propia? Si lo hacemos debería ser porque estamos convencidos de que así lo deseamos, no por la presión o influencia de nuestros amigos o compañeros ni por imitarles.
La autorización de los padres
© equipment.jpg, http://www.bodyjewelleryshop.co.uk/img/body_piercing_information/body_piercing_studio/body_piercing_studio_equipment.jpg, 18/05/05
Instrumental de seguridad para la realización de un piercing o tatuaje
Actualmente, la colocación de piercings o la realización de tatuajes no son actividades libres. Quienes decidan dedicarse a ello como negocio deberán cumplir con la reglamentación impuesta al efecto.
Por ejemplo, en la Comunidad de Madrid, el reglamento impone ciertas normas que hacen a la seguridad de los sitios en que se realizan. De esta manera se pretende responsabilizar a sus autores y concienciar a quienes se tatúan o perforan, para evitar las consecuencias graves que trae la falta de medidas higiénicas.
Pero también establece que cualquier menor que quiera hacerse un tatuaje o un piercing necesita de un permiso firmado por sus padres o sus tutores. El gobierno ha aprobado un decreto que exige dicha autorización.
Esto responde a uno de los derechos garantizados en la Convención sobre los Derechos del Niño, la cual establece que los gobiernos de los países deberán adoptar todas las medidas eficaces y apropiadas que sean posibles para prohibir las prácticas tradicionales que sean perjudiciales para la salud de los niños.

Porque, a fin de cuentas, los tatuajes y los piercings no son “bonitos” o “feos”, eso depende del gusto de cada cual. Pero suponen un riesgo potencial para la salud y pueden tener consecuencias sociales y psicológicas a largo plazo. Es recomendable que los adultos en quienes confiamos nos aconsejen respecto a ellos.
De culturas y de modas...